中国365bet中文官网

Saul Hertz y los usos del yodo en radiomedicina

Un Lugar Nacional Emblem谩tico en la Historia de la Qu铆mica

Otorgado al Hospital General de Massachusetts, en Boston, el 8 de octubre de 2021.

En Boston, un d铆a de la primavera de 1941, un joven doctor del Hospital General de Massachusetts (MGH, por sus siglas en ingl茅s) qued贸 a tomar una copa con una mujer. Aunque parezca una cita, el ambiente era totalmente diferente y nada relajado. El doctor Saul Hertz le hab铆a preparado un c贸ctel "at贸mico" a Elizabeth D, una paciente con s铆ntomas de hipertiroidismo. Con la esperanza de curar sus dolencias, ella ingiri贸 valientemente un c贸ctel de yodo radiactivo, producido por el Instituto Tecnol贸gico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en ingl茅s).

Esta cita uni贸 para siempre a la f铆sica de part铆culas y la medicina cl铆nica. Juntas, engendraron un nuevo campo: la medicina nuclear. Gracias a los descubrimientos de Hertz y otros investigadores, a d铆a de hoy utilizamos yodo radiactivo y otros medicamentos radiactivos de forma rutinaria para el diagn贸stico y tratamiento de enfermedades, para mejorar y salvar las vidas de millones de personas.

Contenidos

Una pregunta esencial

La relaci贸n floreciente entre medicina y f铆sica hab铆a empezado unos a帽os antes, poco despu茅s de que Fr茅d茅ric Joliot y Ir猫ne Joliot-Curie recibieran el premio Nobel de Qu铆mica en 1935. Este premio reconoc铆a su labor sintetizando nuevos is贸topos radiactivos artificiales. El 12 de noviembre de 1936, el presidente del MIT dio una charla en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard titulada: "Qu茅 puede hacer la f铆sica por la biolog铆a y la medicina". En esta ocasi贸n, mencion贸 la posibilidad de fabricar is贸topos radiactivos para buscar nuevas aplicaciones en medicina.聽

Hertz, entonces director de la cl铆nica de tiroides en el MGH, asisti贸 a la charla. Tambi茅n acudieron otros m茅dicos, como el Dr. James Howard Means, jefe m茅dico del MGH y uno de los pioneros de la cl铆nica. Hertz era endocrino y especialista en tiroides. Esta gl谩ndula con forma de mariposa y recubierta de bultitos hab铆a cautivado a Hertz, que estudiaba maravillado c贸mo regula el metabolismo con la precisi贸n de un reloj suizo. Hasta que deja de funcionar. Por ello, dedicaba sus horas de trabajo a arreglar tiroides defectuosas, una condici贸n que suele afectar m谩s a las mujeres, y que incluye problemas como la p茅rdida de peso, la fatiga, la ansiedad y la irritabilidad.聽聽

Una tiroides "hiperactiva" puede extirparse mediante cirug铆a. Sin embargo, en algunos pacientes con enfermedad de Graves (una enfermedad autoinmune que causa hipertoidismo), este procedimiento es muy costoso y peligroso. Por este motivo, tanto Hertz como Means buscaban una alternativa. Probaron a bombardear a los pacientes con rayos X para destruir el tejido da帽ado, pero era una soluci贸n problem谩tica: la radiaci贸n tambi茅n da帽aba los tejidos sanos.聽

Varios estudios hab铆an establecido que la tiroides absorbe yodo, necesita este elemento para funcionar correctamente. La falta de yodo causa una enfermedad: el bocio. Durante la charla de Compton, algo hizo clic en la cabeza de Hertz. Levant贸 la mano y pregunt贸 algo esencial: "驴Podr铆a fabricarse yodo radiactivo, de forma artificial?"

La respuesta lleg贸 al cabo de un mes. Compton confirm贸 las sospechas de Hertz; unos a帽os atr谩s, en 1934,聽 el f铆sico Enrico Fermi hab铆a fabricado yodo radiactivo. Los resultados estaban publicados en la revista cient铆fica Nature. Este is贸topo artificial de yodo (el yodo-128) tiene una semivida de 25 minutos. En ese tiempo, la mitad de los 谩tomos de yodo radiactivo en una muestra se han desintegrado. Durante este proceso, los 谩tomos emiten radiaci贸n. La mitad del yodo-128 remanente seguir谩 transmutando y emitiendo radiaci贸n, hasta que no queden restos de la sustancia radiactiva.

Hertz aventur贸 que quiz谩s la desintegraci贸n radiactiva del yodo-128 podr铆a eliminar el tejido "hiperactivo" de la tiroides. Pero, al contrario que los rayos X, dejar铆a inalterado al tejido sano, porque el yodo es absorbido de forma muy selectiva por esta gl谩ndula. El 23 de diciembre de 1936, escribi贸 una carta a Compton: "[espero que el yodo radiactivo] sea un m茅todo terap茅utico 煤til para tratar los casos de tiroides hiperactivo."

Hertz no perdi贸 tiempo y decidi贸 investigar nuevos tratamientos. Junto con un colega investigador del MIT, un f铆sico y reconocido pianista llamado Arthur Roberts, empez贸 a explorar la terapia con conejos. En 1937 consiguieron financiaci贸n de Harvard y decidieron inyectar estos animales con peque帽as cantidades de yodo-128. Roberts hab铆a usado una fuente de neutrones de radio y berilio para crear el yodo radiactivo artificial en el centro de radiactividad del MIT, liderado por Robley Evans.聽

Los investigadores midieron las emisiones radiactivas utilizando un contador Geiger. Seg煤n estas estimaciones, la mayor parte del yodo era absorbido por la tiroides, mientras que el resto se eliminaba con la orina. Buenas noticias: el yodo radiactivo no se acumula en ning煤n otro 贸rgano. Y, todav铆a mejor, todo parec铆a indicar que la tiroides hiperactiva absorb铆a mucho m谩s yodo que una gl谩ndula sana. Los estudios de Hertz y Roberts tambi茅n demostraron que la radiactividad pod铆a utilizarse para seguir los movimientos del yodo por el cuerpo y comprender mejor la fisiolog铆a de la tiroides. Pronto, predijo Hertz, el yodo radiactivo podr铆a curar el bocio, las tiroides hiperactivas, incluso el c谩ncer. Pero para poder utilizar este tratamiento en humanos, necesitaban un is贸topo con una semivida m谩s larga.聽

En ese momento, curar el c谩ncer con is贸topos radiactivos sonaba a utop铆a. Pocos m茅dicos consideraban el potencial terap茅utico de las part铆culas beta, emitidas por los 谩tomos radiactivos desintegr谩ndose y convirti茅ndose en sustancias m谩s estables. Pero Hertz no era el 煤nico cient铆fico avanzado a su tiempo.聽

Volver arriba

Foto de Saul Hertz, M.D.
Hertz, alrededor de 1946
Cortes铆a de los archivos personales de Saul Hertz

"La selectividad de la tiroides para absorber el yodo que inyectamos en el cuerpo da muchas esperanzas. Si el yodo inyectado es radiactivo, podr铆a convertirse en una terapia 煤til para tratar casos de hipertiroidismo."

鈥斅�Saul Hertz en una carta al presidente del MIT, Karl Compton, escrita el 23 de diciembre de 1936

Primer estudio metab贸lico con yodo radiactivo en humanos

Casi al mismo tiempo que Hertz y Compton se encontraron en 1936, un m茅dico e investigador de la Universidad de Yale, John Lawrence, estaba viajando a trav茅s de Estados Unidos en tren. Viajaba en tercera clase, era el 煤nico modo de poder transportar cientos de ratones de laboratorio. El joven doctor hab铆a recibido una invitaci贸n desde la Universidad de California Berkeley, donde trabajaba su hermano Ernest Lawrence. Unos a帽os antes, Ernest hab铆a inventado uno de los aparatos m谩s importantes para la f铆sica del siglo XX: un ciclotr贸n, una m谩quina para chocar 谩tomos. Este descubrimiento le mereci贸 el premio Nobel.聽

"Mi hermano y yo siempre hab铆amos pensado en la enorme oportunidad que supondr铆a para la biolog铆a y la medicina usar t茅cnicas propias de la f铆sica, la qu铆mica y las matem谩ticas. Normalmente, las escuelas de medicina desde帽aban las ciencias b谩sicas," recordaba John Lawrence durante una entrevista otorgada en 1979. Empez贸 a estudiar c贸mo el f贸sforo radiactivo creado por el ciclotr贸n pod铆a curar la leucemia de sus ratones, concentr谩ndose en las c茅lulas de la m茅dula 贸sea para aniquilar las c茅lulas tumorales. M谩s tarde, probar铆a este tratamiento en pacientes humanos con leucemia. En 1939, utiliz贸 este mismo m茅todo con 茅xito para tratar a pacientes con policitemia, una enfermedad que puede causar co谩gulos mortales.聽

Mientras tanto, Ernest hab铆a sugerido que John investigara otra cosa: deb铆a encontrar otros m茅dicos interesados en los usos de la radiactividad. "Quer铆amos utilizar [los is贸topos radiactivos], tanto para terapia como para seguimiento de metabolitos," dice John.

Desafortunadamente, apenas encontr贸 colaboradores. Uno de ellos fue el doctor Joseph Hamilton, un residente de medicina apasionado por la qu铆mica, que ven铆a de la Universidad de California San Francisco con la idea de utilizar el yodo radiactivo como trazador. Los trazadores permiten seguir los caminos metab贸licos de diferentes sustancias en el cuerpo humano.

Para ellos, el tiempo tambi茅n era un problema. Como Hertz y Roberts sab铆an, 煤nicamente ten铆an acceso a yodo-128, cuya semivida solo permite estudios metab贸licos en roedores y en conejos. No era un radiois贸topo pr谩ctico para trabajar con humanos, porque se desintegra demasiado r谩pido para dar datos 煤tiles.聽

En la primavera de 1938, Hamilton decidi贸 buscar al hombre ideal para buscar nuevos trazadores radiactivos. Acorral贸 al qu铆mico Glenn Seaborg en el campus de la Universidad de California Berkeley. En una entrevista al Journal of Nuclear Medicine, Seaborg dijo: "Hamilton estaba estudiando el metabolismo de la tiroides con yodo-128, que tiene una semivida de 25 minutos. Se quejaba, fervientemente, de que esto fastidiaba sus planes." Entonces, Seaborg pidi贸 a Hamilton concreci贸n: 驴Qu茅 necesitaba, exactamente? Contest贸 que un marcador radiactivo con una semivida de una semana ser铆a ideal.

No tard贸 en tener buenas noticias. Seaborg y su colega John Livingood estaban trabajando sin descanso en el ciclotr贸n de Berkeley para fabricar el trazador perfecto. Para ello, bombardeaban 谩tomos de teluro con deuterones (n煤cleos de deuterio, un is贸topo del hidr贸geno). El resultado fue un is贸topo de yodo m谩s estable: el yodo-131. Esta sustancia ten铆a una semivida de ocho d铆as, cumpliendo con los requisitos de Hamilton a la perfecci贸n. Tambi茅n obtuvieron otros is贸topos de yodo como el聽 yodo-130, con una semivida de 12 horas.聽

John Lawrence dec铆a que Hamilton era especialmente bueno convenciendo a la gente para participar en estudios cl铆nicos. En este caso, tendr铆a que persuadirles para beberse un c贸ctel de yodo-131 radiactivo fabricado en el ciclotr贸n de Berkeley. Hamilton llev贸 a cabo su estudio sobre el metabolismo del yodo en colaboraci贸n con Mayo Soley, un internista de la cl铆nica de tiroides del Hospital de la Universidad de California San Francisco, que hab铆a estudiado anteriormente en el MGH. Como Hertz hab铆a descubierto con sus conejos el a帽o anterior, el equipo californiano descubri贸 que la tiroides humana pod铆a absorber yodo radiactivo.

Volver arriba

Ilustraci贸n de la cabeza y el cuello con el tiroides resaltado
La gl谩ndula tiroides, situada en el cuello, acumula yodo. Si el yodo es radiactivo, puede utilizarse para diagnosticar y tratar enfermedades tiroideas.
Fuente: Axel_Kock/Shutterstock

"Es muy reconfortante saber que tanta gente est谩 sana gracias a los avances cient铆ficos de gente como el doctor Hertz."

鈥� La primera dama de EE.UU. Barbara Bush, que recibi贸 tratamiento para una enfermedad de la tiroides, en una carta a la viuda de Hertz, Vitta Hertz

Primer tratamiento con yodo radiactivo en humanos

En Boston, el equipo del MIT y el MGH necesitaba su propia fuente de yodo radiactivo m谩s longevo, y decidieron explorar la posibilidad de construir su propio ciclotr贸n. Por aquel entonces, las ayudas a la investigaci贸n proven铆an, mayoritariamente, de donaciones filantr贸picas y fundaciones privadas, quienes eleg铆an entre las diferentes propuestas de los cient铆ficos. En este caso, los investigadores lograron convencer a la Fundaci贸n Markle, en Nueva York, para que financiara un nuevo ciclotr贸n en el MIT.

El 31 de marzo de 1941, Hertz y Roberts ten铆an sus muestras de yodo radiactivo listas, gracias al ciclotr贸n Markle. Aunque casi todo era yodo-130, una peque帽a cantidad de las muestras era yodo-131, el is贸topo con semivida m谩s larga.

Cuando Elizabeth D. se tom贸 el c贸ctel de yodo radiactivo y agua, se convirti贸 en la primera paciente en recibir este novedoso tratamiento para la tiroides. Roberts midi贸 la absorci贸n del radiois贸topo con un contador Geiger, que situaba cerca del cuello de la paciente.聽

"La radioactividad era una cosa gloriosa, maravillosa," dijo Evans en una entrevista en 1978, donde tambi茅n recuerda que antes de la Segunda Guerra Mundial apenas se tem铆a a la radioactividad. Los pacientes se beb铆an "un vaso de agua con yodo radiactivo, y molaba. A los medios les encantaba. Al p煤blico, tambi茅n."

Hertz sigui贸 dando estos c贸cteles radiactivos a sus pacientes. Mientras tanto, en California, Hamilton, Soley y John Lawrence empezaron sus propios estudios terap茅uticos en 1941. Ambos equipos estaban entusiasmados con los resultados: la hinchaz贸n del bocio disminu铆a sin apenas complicaciones. Durante una conferencia en 1942, Hertz inform贸 que el yodo radiactivo "va directamente a la tiroides inflamada y, en apenas 15 minutos, emite suficiente radiaci贸n como para convertirse en un tratamiento prometedor."

El concepto de "teragn贸sticos", sustancias que, al mismo tiempo, pueden utilizarse para diagnosticar y tratar una enfermedad, se convertir铆a en un 茅xito absoluto. La primera hip贸tesis de Hertz dio en el clavo.

En 1943, Hertz tuvo que abandonar temporalmente su cl铆nica y su investigaci贸n para unirse a la armada estadounidense como voluntario, al mismo tiempo que avanzaba la medicina nuclear. Mientras tanto, Evans y Chapman continuaron el trabajo del equipo de la costa este en el MGH.

Despu茅s de la guerra, en 1946, los equipos de Boston y California presentaron los resultados de sus estudios, tras a帽os de trabajos y varios pacientes. Las conclusiones eran impresionantes, la gran mayor铆a de pacientes estaban completamente curados de la enfermedad de Grave.

Aun as铆, Hertz estaba preocupado. Sintetizar yodo radiactivo en ciclotrones era un proceso tedioso, caro y muy largo; llevar a cabo estudios m谩s grandes y aplicar los tratamientos de forma global ser铆a complicado. Empez贸 a presionar a los militares para que compartieran los restos de yodo radiactivo generados durante la fabricaci贸n de bombas at贸micas en Oak Ridge, Tennessee. Y lo consigui贸. A partir de una bomba, dise帽ada para destruir vidas humanas, obtuvo el ingrediente m谩gico para salvarlas. Una nueva terapia prometedora.

Hertz sigui贸 estudiando la relaci贸n entre el yodo radiactivo y la tiroides, y se convirti贸 en pionero de la terapia dirigida para eliminar el c谩ncer. Su trabajo, as铆 como los estudios de los hermanos Lawrence, Joseph Hamilton y otros cient铆ficos, sent贸 las bases para el campo de la medicina nuclear. Pronto, otros descubrimientos de hombres y mujeres sucedieron a estos avances. Gracias a los conceptos de la f铆sica, la qu铆mica y la medicina pudieron dise帽ar nuevas terapias basadas en los progresos de antes de la guerra.

En 1947 empez贸 a usarse yodo radiactivo para estudiar los tumores cerebrales, en 1950 para estudiar c贸mo se acumula la sangre en el coraz贸n, en 1955 para estudiar el gasto card铆aco (el volumen de sangre expulsado de un ventr铆culo cada minuto) y para obtener im谩genes del h铆gado. En 1982 se utiliz贸 el yodo radiactivo para tratar melanomas malignos, una aplicaci贸n que todav铆a se sigue empleando. Adem谩s, se han desarrollado muchos otros radiof谩rmacos para t茅cnicas de imagen, diagn贸stico y terapia.聽

Millones de pacientes (incluida la madre de Glenn Seaborg, que pudo curarse el hipertiroidismo, en parte, gracias al yodo-131 descubierto por su hijo) han disfrutado de una vida mejor gracias a los descubrimientos y colaboraciones interdisciplinares de m茅dicos y cient铆ficos.

Volver arriba

"Hoy, los usos m茅dicos del yodo radiactivo siguen siendo un est谩ndar de calidad en los tratamientos de oncolog铆a de precisi贸n."

鈥斅�"Recordando a Saul Hertz," actas del Congreso de EE.UU., 11 de mayo de 2021

Tabla de radiof谩rmacos para diagnosticar y tratar enfermedades
Actualmente, se investigan nuevos radiof谩rmacos para diagnosticar y tratar diferentes enfermedades.
Barbara Hertz
Clic para ampliar (en ingl茅s)
Portada del folleto Landmark con enlace al pdf del folleto
Portada del folleto "Saul Hertz y los usos m茅dicos del yodo radiactivo" (en ingl茅s), producido por el programa de Lugares Emblem谩ticos de la Historia de la Qu铆mica de la ACS en 2021.
ACS
Folleto en PDF (en ingl茅s)

Dedicatoria y agradecimientos

Dedicatoria

La Sociedad Americana de Qu铆mica (ACS) honr贸 a Saul Hertz y los usos m茅dicos del yodo radiactivo con el reconocimiento como Lugar Emblem谩tico en la Historia de la Qu铆mica (NHCL) en una ceremonia en el Hospital General de Massachusetts, en Boston, el 8 de octubre de 2021. La placa conmemorativa dice:

Poco despu茅s de que los cient铆ficos produjeran los primeros radiois贸topos artificiales, el m茅dico Saul Hertz, jefe de la cl铆nica de tiroides del Hospital General de Massachusetts, observ贸 que pod铆a utilizar yodo radiactivo para tratar las enfermedades de tiroides, dado que esta gl谩ndula acumula yodo. Junto con el f铆sico Arthur Roberts, del Instituto Tecnol贸gico de Massachusetts, Hertz empez贸 a experimentar con yodo radiactivo en 1937, realizando un primer estudio con pacientes humanos del hospital el 31 de marzo de 1941. M谩s tarde, utiliz贸 los mismos is贸topos de yodo para tratar el c谩ncer. Estos avances, as铆 como los descubrimientos de otros investigadores, sentaron las bases para la medicina nuclear. Actualmente, utilizamos yodo radiactivo (y otros radiof谩rmacos) para diagnosticar y tratar diferentes enfermedades, para salvar y mejorar las vidas de millones de personas.聽

Agradecimientos

Escrito por Victoria Bruce.聽

La autora quiere agradecer a todos las personas que han contribuido y revisado este folleto, as铆 como aquellos que han mejorado su contenido, especialmente los miembros del Subcomit茅 NHCL de la ACS.

La nominaci贸n para este Lugar Emblem谩tico fue preparada por Barbara Hertz, la Secci贸n Noreste de la ACS, y la Divisi贸n de Qu铆mica y Tecnolog铆a Nucleares de la ACS.

Volver arriba

Recursos did谩cticos

Lecturas adicionales

C贸mo citar esta p谩gina

Lugares Emblem谩ticos Nacionales en la Historia de la Qu铆mica, El desarrollo de la levadura qu铆mica, Saul Hertz y los usos del yodo en radiomedicina (consultado el 顿铆补 del Mes del 础帽辞), www.acs.org/landmarks.

Volver arriba